Aunque esta sí era mi sensación hasta que empecé a tratarme y descubrí lo blandita y a la vez fuerte que es! Fue en la primera sesión con mi fisioterapeuta: "Tu vagina ha trabajado más de lo habitual y está contraída. Quizás ha trabajado más de lo que su función le permite para defenderse de algo y, así, ha tomado la forma de una piedra o escudo". Para protegerse de alguna amenaza. Yo le comentaba a mi fisioterapeuta que sentía que mi vulva era demasiado pequeña según el pene de la pareja/amante que tenía por aquel entonces,... "No me cabe". Entonces, en sesiones posteriores, mi fisioterapeuta me hablaba de ¡Mantequilla! ¡Que imaginara mi vagina como la textura blanda de la mantequilla! Y yo pensaba,... Sí, sí,.. Mantequilla,... Era muy, muy extraño imaginármela así, muy raro... No me cabía en la cabeza...
Hablamos de lo que implicaba sentirme así, sobre que era coherente para protegerme pero que las piedras no viven,... Esta fue la introducción de mi primera sesión, luego empezamos con la terapia física y sólo con la técnica de respiración que me explicó en una/dos semanas empecé a notar como cosquilleos, como unas sensaciones muy, muy pequeñitas y agradables como de apertura,... Como cuando estamos tensas/os y cerramos los puños con fuerza (a mi me pasa), luego, poco a poco, los vamos dejando abrir...
Tú tienes todo lo que hay que tener para masajear y hablandar tu gran tesoro, tu vagina, poco a poco, sin forzar y pasito a paso. ¡Mucho ánimo valiente!
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